El 3 de marzo de 2016, asesinaron a nuestra compañera Berta Cáceres en Honduras. Fue una nueva víctima de un sistema capitalista patriarcal, racista y colonial. Un sistema en el que el 1% de la población mundial posee tanta riqueza como el 99% restante, que para reproducirse es cada vez más violento y depredador, y en el que el desarrollo no pasa simplemente por la apropiación desigual de la riqueza, sino por la mercantilización de la naturaleza y la depredación exhaustiva de los recursos naturales.

Asesinatos, hostigamiento, amenazas, detenciones arbitrarias, difamaciones… son las herramientas del poder para imponerse. Asistimos a una “guerra” dispersa y silenciosa, de cientos de conflictos locales. Un sistema que amenaza la vida y la integridad física y psicológica de las comunidades y de los pueblos indígenas, vulnerando sus derechos, despojando sus territorios y medios de vida y criminalizando la resistencia. Es una guerra declarada por los grandes poderes financieros y ejecutada por empresas transnacionales con la colaboración de los respectivos Gobiernos, muchas veces al amparo de tratados internacionales de libre comercio.

Mario Contao, Aldemar Parra García, Isidro Baldenegro, Laura Leonor Vásquez, Sebastián Alonso, Emilsen Manyoma, “Nico” Lapsay Delamente, Juan Ontiveros Ramos, Mia Manuelita Cumba Masacariñas-Green, José de los Santos Sevilla, Faiver Cerón Gómez. Desde que comenzó 2017 han asesinado al menos a 11 hombres y mujeres por su compromiso en la defensa del territorio y del medio ambiente. Como Berta, las mujeres lideresas y defensoras de derechos humanos son atacadas no sólo por defender la Tierra sino por desafiar las normas y los estereotipos de género, por rebelarse y defender su propio territorio-cuerpo.

Un año después del asesinato de Berta sigue reinando la impunidad. Las autoridades de Honduras pretenden justificar su ineficacia para atrapar a quienes, desde sus cómodos puestos, ordenaron el asesinato de Berta Cáceres, con la captura y presentación ante tribunales de 4 jóvenes sicarios y 3 intermediaros. Es por eso que exigimos una investigación exhaustiva que esclarezca las causas de su asesinato, y de ese modo poder reclamar verdad, justicia y reparación.

BERTA VIVE, LA LUCHA SIGUE!

BERTAREKIN ELKARTASUN EKIMENA