Artículo de nuestro compañero Oskar Hernando después de estar en La Realidad en el homenaje a Galeano

Aveinte años del levantamiento indígena en Chiapas, el líderzapatista adopta el nombre de “Galeano”, compañero asesinado porelementos paramilitares y no será más la voz pública del EZLN, queestará dirigido por una Comandancia General plenamente indígena.

Esmediodía. Unos cuatro mil indígenas encapuchados, bases de apoyodel EZLN llegados de los cinco Caracoles se concentran bajo un sol dejusticia en la cancha de basket de La Realidad. La mayor parte sonjóvenes que no habían nacido en el 94, que no conocieron laesclavitud en las fincas ni los rigores de la preparación para lalucha de sus mayores.

Frentea ellos, en filas de toscas bancas de madera, cientos de personas dela sociedad civil y medios alternativos llegados de México y elmundo.Muchos de ellos/as han invertido casi cincuenta horas en completar elviaje a la selva. En el último tramo han recibido el saludo nocturnode los zapatistas a al paso por cada comunidad. El Comandante Tachose mueve de un lado a otro con su walkieentre los asistentes. Saluda, da órdenes. Hoy es el anfitrión.

Enmedio de los dos grupos, cientos de milicianos e insurgentes del EZLNcon indumentaria militar y un parche en el ojo derecho parten en dosla escena. El homenaje en el que pueden esperarse loas y poemas a uncompañero de lucha asesinado deviene en un acto político-militarduro, sin concesiones. El dolor, la rabia y el ansia de justicia leachican los espacios a la dulzura.

“Tantasveces me mataron,tantasveces me morí, sinembargo estoy aquí…resucitando…”
Cuandoempieza a sonar, los más atentos intuyen cierta ironía en losversos musicalizados de la poetisa argentina María Elena Walsh.

Unavoz de mando rompe el silencio y una fila interminable de uniformadosmarca el paso. Avanzan hacia los visitantes con los brazosentrelazados y, a excepción de algunos mandos con revólveres, palosen lugar de armas. A escasos dos metros del público se agachan ehincan rodilla en tierra.

Poruna esquina, aparece el Subcomandante Marcos a caballo. Además depistola al cinto y machete cruzado en la espalda, lleva un parche enel ojo con tibias y calavera. Con elegancia realiza variosmovimientos de doma. Recordando a los clásicos, este muerto goza demuy buena salud.

Elportón del Caracol se abre y entran cinco integrantes más de laComandancia a caballo e igualmente armados. Tras saludar militarmentea los pueblos indios y a los invitados, se retiran. A los pocosminutos se escucha la voz de Marcos a través de la megafonía. DesdeRadio Insurgente anima a los medios libres a utilizar la señal deinternet para empezar a transmitir al mundo lo que está sucediendo.Los medios comerciales han sido vetados.

Enese momento, aun no se comprende en toda en su magnitud elsignificado de la banda sonora de fondo. Sin embargo, esta no es unaelección al azar. De hecho, casi ninguna lo es en la Realidad,símbolo y emblema del zapatismo.

Noes casual que miembrosde una facción de la Central Independiente de Obreros Agrícolas yCampesinos (CIOAC-H), una de las centrales agrarias históricas enMéxico en proceso de paramilitarización haya asesinado con sañaunosdías antes en la misma comunidad a un hombre dedicado a cambiar lasconciencias de su pueblo, LuisSolís López,Galeano.Triste deriva de algunas organizaciones que se prestan a ser usadascomo ariete contra la autonomía zapatista.

Noes casualidad que esto suceda pocos días antes de que el CongresoNacional Indígena (CNI) se reúna con el EZLN para dar un nuevoimpulso a las justas demandas de los pueblos originarios de México yque los zapatistas participen en el Seminario internacional “Éticafrente al Despojo”.

Comotampoco es casual que la ofensiva del Gobierno de México encabezadopor Enrique Peña Nieto, con sus retoños salinistas del PartidoVerde y su tele-novelesco presidente Manuel Velasco Coello al frentecomenzase en el Municipio de Las Margaritas, próximo a la Realidad yhoy territorio francamente hostil.

Ahíse presentó en Febrero de 2013 la Cruzada Nacional contra el Hambre,engendro de la clase política mexicana que reúne los programasasistenciales preexistentes. Inevitable complemento de la fase bélicaen cualquier manual contrainsurgente, en Chiapas hoy sonpromocionados con el aval y presencia vergonzante de Naciones Unidas,Lula da Silva o, la más reciente- de Rigoberta Menchu.

Pordesconocimiento o por complicidad son tristes comparsas de aquellosque, resentidos desde el primero de enero 1994, buscan cobrarse consangre las facturas pendientes por el levantamiento que puso punto yfinal a su orgia neoliberal.

“Nosomos limosneros. No recibimos sobrantes de sus mesas. No buscamos nirecibimos migajas”truena el Subcomandante Insurgente Moisés en la intervención de latarde. Su voz, llena de dolor, rabia y dignidad, es, -y lo será másaun de hoy en adelante- la voz oficial del EZLN. En su mensajejustifica su presencia en la zona: “laJunta de Buen Gobierno de la Realidad nos dijo que “hasta aquíllegamos y queremos que la comandancia del Ejército Zapatista deLiberación Nacional intervenga para que se haga justicia”.

Ensu denuncia pocas instancias oficiales salen bien paradas. Connombres y apellidos traza una ruta que no distingue de colores departidos políticos: PRI, PAN, Partido Verde… No se libra ningunode los poderes: federal, estatal, diputados, presidentes municipales,regidores…”todala fuerza de los malos gobiernos está en este ataque criminal ytambién los apoyan en este plan gente que se dice que es deizquierda, progresista y democrática”.

Lamacabra correa de transmisión termina en los miembros locales de laCIOAC-H encargados de la ejecución del crimen. Cuentan que miembrosde esa organización llevados casi de inmediato frente al cadáver deGaleano, -recuperado tras el ataque por las mujeres de la comunidad-fueron reprendidos y preguntados por el futuro que quieren para sushijos y para la comunidad antes de dejarlos marchar. Los compas nocayeron en la provocación.
“Queremosjusticia, no venganza”se lee en las pancartas extendidas por la comunidad.
“Losmalos gobiernos no nos respetan como indígenas que somos. Nos vencomo perros y piensan que somos perros, porque los perros se muerdenentre ellos y se matan entre ellos. Nosotros lo decimos claro. Nosomos perros (…)“Larabia que tenemos es contra el capitalismo”sentencia Moisés.

Trasinterminable desfile frente a la tumba de Galeano, ya por la noche,el típico aguacero de mayo retumba en las láminas de zinc delCaracol. Cuando escampa, el momento más esperado de la jornada hallegado. El Sup Marcos está de vuelta tras años de rumores yespeculaciones.

Susprimeras frases cortan el aliento de la audiencia: “Quisierapedirles su paciencia, tolerancia y comprensión para lo que voy adecir, porque estas serán mis últimas palabras en público antes dedejar de existir”.

Marcosrepasa en cinco puntos la trayectoria de 20 años de lucha del EZLN:“enlos primeros balbuceos que fueron nuestras palabras advertimos quenuestro dilema no estaba entre negociar o combatir, sino entre moriro vivir (…) y en lugar de formar guerrilleros, soldados yescuadrones, preparamos promotores de educación, de salud y sefueron levantando las bases de la autonomía zapatista que hoymaravilla al mundo”.

Eneste recorrido histórico una referencia destaca sobre otras por lopoco habitual en el discurso de los últimos años, la del legítimouso de la violencia: “Nadade lo que hemos hecho, para bien o para mal, hubiera sido posible siun ejército armado, el EZLN no se hubiera alzado contra el malgobierno ejerciendo el derecho a la violencia legítima. La violenciadel de abajo frente la violencia del de arriba.

Losque estamos a pie de escenario sentimos como su voz está a punto dequebrarse en varias ocasiones. Un oportuno carraspeo o una súbitatos evitan que la emoción se desborde.

Eltercer punto, “El Relevo”, anticipa lo que está por venir:“Algunosestudiosos han advertido solo el evidente, el generacional, pero nose han percatado de otros: del origen de clase mediero al indígenacampesino, el de raza: de la dirección mestiza a la netamenteindígena.
Yel más importante, el relevo de pensamiento: del vanguardismorevolucionario al mandar obedeciendo; de la toma del poder de arribaa la creación del poder de abajo; de la política profesional a lacotidiana, de los lideres a los pueblos, de la marginación de géneroa la participación directa de las mujeres, de la burla a lo otro, ala celebración de la diferencia (…)

Eneste punto, el vanguardismo y la izquierda tradicional son el blancode sus críticas:¿Por qué les da terror que sean los pueblos los que manden, los quedirijan sus pasos? (…) el que los indígenas manden y que ahora unindígena sea el vocero les aterra, los aleja y finalmente se vanpara seguir buscando alguien que precise de vanguardias, caudillos ylíderes. Por eso también hay racismo en la izquierda, sobre todo enla que se pretende revolucionaria.

Paracombatir ese racismo, esa imposibilidad de ver a los indígenas desdelos primeros días del alzamiento, Marcos afirma que en diferentesetapas y modos se creó un holograma, una “botarga”.El propio Marcos. Reconociendo a los adherentes a la VI Declaraciónde la Selva Lacandona como esa interlocución largamente buscada yaludiendo al avance de los pueblos indígenas concluye que ese unpersonaje de ficción debe desaparecer y que “esnecesario que uno de nosotros muera para que Galeano viva”.

Yasí, como una burla a la muerte y fiel al estilo que le hacaracterizado en estos 20 años, Marcos entierra a Marcos. Conparsimonia, acomoda sus papeles y cuando todas las luces del Caracolse apagan camina hacia las escaleras traseras del escenario, sóloiluminado por los flashes de algunas cámaras y lentamente,desaparece.
Finalabierto. Como último episodio de temporada en Juego de Tronos o TheWalking Dead.

Mientrasmiles de personas intentan asimilar el mensaje y se miran unas aotras, la misma voz que había callado unos segundos antes emerge delos altavoces para anunciar:

“Buenasnoches tengas compañeras y compañeros. Mi nombre es Galeano.Subcomandante Insurgente Galeano”.

Yentonces todo el mundo comprende que falta lo que falta.

OskarHernando.
Internacionalistay miembro de BIZILUR.